Visitar Las Ramblas y cómo sobrevivir al paseo

Si preguntamos a cualquier barcelonés por el lugar más famoso de Barcelona, la mayoría de la gente nos contestará que son Las Ramblas. Este paseo de algo más de 1,2 kilómetros de longitud comienza en Plaza Cataluña y termina a orillas del Mediterráneo, con la imponente figura de Cristobal Colón señalando hacia Occidente y marcando la llegada al puerto. Una larga avenida que reúne lo mejor y lo peor de la ciudad y que nadie recomendaría visitar «porque está inundada de turistas«.

Una apreciación que es cierta, pero que no ha de desalentarnos a disfrutar de uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. En esta calle se encuentran alguno de los edificios más interesantes de la ciudad, ya que formaba parte de la parte antigua de la ciudad. Desde allí se accede al Barri Gòtic, está el conocido Mercat de la Boquería, alguno de los teatros más interesantes de Barcelona y ese ambiente que se respira en cada rincón. Así que, ¿cómo no sumergirse entre el gentío y sentirse parte de esa energía?

Para pasear por Las Ramblas hay que recordar que sí, esta zona está pensada para los turistas, así que hay que tener en cuenta que los que pasean por allí se han convertido en objetivo de hosteleros desaprensivos a la caza de extranjeros. Pero no pasa nada. Podemos disfrutar de la gente, de las estatuas humanas y los artistas callejeros sin perder tiempo ni dinero.

Pese a la aglomeración y la etiqueta «para turistas» que tienen, Las Ramblas siguen siendo uno de los lugares que hay que visitarLos grandes edificios están a ambos lados del paseo central, aunque los artistas se sitúan siempre en la zona central. Hay que tener cuidado con las carteras, pero no es nada extraño en las grandes aglomeraciones urbanas, así que tampoco hay que preocuparse demasiado. Con tener controlados nuestros objetos personales es suficiente.

Se puede abandonar Las Ramblas para dejarse llevar por esos otros lugares que rodean la vía, como el propio Barri Gòtic, el Museu de l’Eròtica, el Mercat de La Boquería y el resto de lugares que hay que visitar y disfrutar. Para realizar este camino de forma segura, hay recordar algunos puntos.

• El primero es que las terrazas no son el lugar más recomendable para tomar una cerveza.
• En las calles adyacentes hay estupendos lugares donde tomarse un refresco, además de una tapas estupendas y coger fuerzas para continuar con nuestro paseo.
• Debemos tener controladas las mochilas, los bolsos y las carteras, pero no obsesionarse con ello.
• Los trileros buscan cualquier víctima a la que poder quitarle todo el dinero posible. Es un grupo de 15-20 personas pero que solo veremos a unos pocos. Pretenden que apuestes centenas de euros a adivinar dónde se esconde la pelotita de espuma. Parece que hay gente que gana, pero todos son cómplices, son parte del juego. Ni se te ocurra caer en la tentación. En presencia de la policia huyen como timadores que son.

Y sobre todo, dejarse atrapar por el espíritu de una de las ciudades más cosmopolitas de Europa. No querrás perderte esto, ¿verdad?

Fotos | Allan Watt – Flickr, Rod David – Flickr

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