25 años de la leyenda, 25 años de los Juegos Olímpicos
Todo el mundo estaba pendiente de lo que ocurría en Barcelona. Se había convertido en el centro del mundo y todos, estuvieran donde estuvieran, no quisieron perderse la estupenda ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de 1992. Fue el 25 de julio de ese año tan especial para España y todo se saldó con un rotundo éxito de organización y participación. Barcelona cambiaba su cara después de varios años de preparación y se convertía en la ciudad dinámica y viva que conocemos actualmente.
En el Estadio Olímpico Lluis Company fue ocupado en su espacio central por La Fura dels Baus, que representaron El Mediterráneo para el disfrute de las miles de personas que estaban presentes en ese mismo lugar y para los millones que lo siguieron a través de la señal de televisión. La flecha lanzada por arquero paralímpico Antonio Rebollo se encendía con la llama portada por Epi y alcanzaba el pebetero que iluminó la celebración de la única cita olímpica celebrada en España. Vale, sabemos que lo de la flecha igual no fue tanto pericia como técnica, pero da igual. Así comenzó uno de los eventos más importantes que han tenido Barcelona como escenario principal.
La jornada del 25 de julio de 2017, 25 años después, ha sido un día para celebrar esa efemérides. La celebración de este día es importante, no solo por la celebración de unos Juegos Olímpicos que dicen que fueron realmente espectaculares, sino por todo lo que ha significado para la ciudad. De hecho, se habla de la Barcelona preolímpica y su transformación a raíz de estos Juegos Olímpicos que transportaron el nombre de la ciudad por todo el mundo.
El 25º aniversario de esa ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona permitieron que la antorcha olímpica recorriera las calles de la ciudad, aunque esta vez se encendió en la propia ciudad, siendo el propio Estadio Olímpico desde donde se inició la carrera de los relevistas. La primera de ellas fue Eli Maragall, medalla olímpica de voleibol y sobrina del alcalde Pascual Maragall, quien presidía el ayuntamiento durante esa época.
La antorcha realizó el recorrido inverso al que hizo aquel día y llegó hasta la Plaza de Cataluña, donde se repitió la escena. Juan Antonio San Epifanio ‘Epi’ encendió la flecha de Antonio Rebollo, que escenificó el mítico lanzamiento de hace 25 años, aunque con algún susto porque se apagó la antorcha. Dio igual, porque todo salió a la perfección y en el Estadio Olímpico, simultáneamente, se encendió el pebetero original. Un buen recuerdo para un momento único para Barcelona, que perdurará en el recuerdo de vecinos y visitantes.
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