El apartamento vacacional, otra forma de conocer Barcelona
La última tendencia en el mundo de los viajes se aleja de la ocupación de hoteles. Estar en un hotel da a la estancia en una ciudad un aire de turista que no consigue acercar la realidad de la misma al visitante. Hay siempre una barrera invisible que impide la inmersión en el pulso de la ciudad.
La alternativa está en alojarse en viviendas particulares, en apartamentos cedidos por sus propietarios, a cambio de una cantidad económica, para que el visitante se integre de manera completa en el día a día del barrio. Aunque no está reñido con la visita a los restaurantes de la zona, no hay nada mejor para conocer cómo se vive en una de estas ciudades que el comprar en sus mercados, vivir sus bares y sentir el pulso de sus calles.
Barcelona es una ciudad ideal para conocer de esta manera. Gracias a esta iniciativa, hay una gran variedad de apartamentos, pisos y habitaciones vacacionales para quedarse a dormir, sintiéndose parte de la ciudad y no sólo un visitante más.
Un hotel es, no lo dudamos, una de las opciones más interesantes para alojarse durante una visita de pocos días, pero en él se pierde la intimidad que sólo se puede tener en un apartamento. No existe ese momento para sentirse a gusto en casa, descansando y preparando la visita del día siguiente. No se toma contacto con la gente del barrio y la visita se convierte en turismo y no en viaje.
Resulta más económico alojarse en un apartamento que en un impersonal hotelSitios web como Hundred Rooms ponen a disposición de los visitantes miles de opciones para encontrar uno de estos pisos, que son ofrecidos por los particulares para que los viajeros puedan estar en los lugares más exclusivos y agradables de la ciudad.
Vivir en un apartamento en una calle de barrio, o incluso en los puntos calientes de Barcelona acerca la sensación de pertenencia a la ciudad, a vivir con los vecinos y compartir con ellos esos momentos y lugares que pesan desapercibidos durante la estancia en un hotel. Cada vez nos gusta más esta tendencia, y es por eso que España se sitúa en el tercer lugar a nivel mundial que más se usa esta forma de vida, hasta el punto de superar este tipo de plazas a la ocupación en plazas hoteleras tradicionales.
Por el lado del propietario, la oportunidad de incrementar sus ingresos de forma fácil y sencilla hace que se planteen rendimientos que pueden superar los 1.000 euros al mes en barrios como El Raval y que se está viendo en tendencia otros barrios como Poble Sec.
Y además, resulta más económico estar en un apartamento que en un impersonal hotel. Los hoteles nos permiten encontrar la habitación limpia y ordenada, vale, pero esto son servicios que se pagan y, seamos sinceros, tampoco nos cuesta tanto ordenar la habitación y dejarla en condiciones.
El momento de la comida, en la intimidad del apartamento, si lo decidimos así, puede resultar mucho más interesante y relajante que el comedor de un restaurante y mucho más económico, desde luego.
Es el momento de conocer Barcelona de manera más cercana, sintiendo que se forma parte de ella y que no somos un turista más, sino que podemos andar por sus calles como si fuéramos un barcelonés más, integrados y formando parte de la vida del barrio.
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