Planes alternativos para disfrutar de Barcelona: desde saltar en paracaídas hasta jugar al póker en una de las mejores salas de España
La Sagrada Familia, el barrio Gótico, la Basílica de Santa María del Mar, Casa Batlló, el Paseo de Gracia, Casa Milà, el barrio del Born o el Parque Güell. Estos son algunos de los destinos turísticos por excelencia de nuestra ciudad. Sin embargo, hay otros muchos planes alternativos que no se fundamentan en ver magníficos monumentos arquitectónicos o pasear por barrios o parques emblemáticos.
Una de las posibilidades que, curiosamente, no está tan explotada como se podría pensar es el turismo gastronómico de la ciudad, tanto local como internacional. Así es, desde algo tan atípico de Cataluña como el gazpacho hasta la clásica tortilla de patatas, la paella valenciana, tapas de todos los colores y sabores, cocido, mariscos, pescado, etc. Barcelona es un encuentro gastronómico con todo el territorio español y con el mundo.
La ciudad ofrece desde las alternativas más elitistas, como el ABaC, del chef catalán Jordi Cruz, más conocido por su papel de jurado en MasterChef, pasando por el 7 Portes, el Casa Daría, el Asador de Aranda, el Botafumeiro o el Salamanca; para desembarcar en todo tipo de restaurantes de comida saludable, locales de slow food u opciones veganas. Ni qué decir tiene que los mercados de diseño como Palo Alto Market ofrecen una amplia variedad de food trucks de lo más atractiva.
El turismo está evolucionando hacia la búsqueda de experiencias individualizadas o personalizadas, es decir, hechas a la medida del consumidor, en este caso un turista en la ciudad de Barcelona. En este marco, la gastronomía no es una excepción, sino más bien al contrario. Clases de cocina para preparar platos autóctonos, visitas a granjas, producción de alimentos típicos, festivales culinarios y todo tipo de actividades relacionadas con la gastronomía tienen lugar en la Ciudad Condal. Empresas como Feel by Doing ejemplifican este tipo de turismo, pues proporcionan no solo experiencias personalizadas a un nivel gastronómico, sino que fundamentan sus degustaciones de tapas, por ejemplo, en platos elaborados con alimentos de proximidad y ecológicos.
Foto: Pixabay // Dominio Público
Siguiendo en esta línea de actividades y destinos alternativos, cabe mencionar al Casino de Barcelona, en Carrer de la Marina 19. El casino está muy bien situado, junto a la playa de la Barceloneta y al lado del centro de la ciudad. Dentro del casino, además de una generosa oferta de juego, podréis disfrutar de gastronomía, música y espectáculos. De hecho, en él se lleva a cabo el Festival Íntims, donde se puede cenar alta gastronomía mientras se asiste a conciertos de grupos como Marlango, Nacha Pop, Mikel Erentxun o David DeMaría. Sin embargo, el plato fuerte es el juego, como no podría ser de otra forma, y el póker Texas Hold’em ocupa un lugar privilegiado en el casino, que posee una de las salas más importantes de España.
También es interesante destacar todas esas ofertas que han surgido durante los últimos años, destinadas a entretener a propios y extraños. En ciudades grandes como Barcelona abundan, y pueden ser una oportunidad para aquellos que no viven en grandes núcleos urbanos. Un clásico es investigar un crimen a lo Cluedo pero en vivo, eso que llaman “murder mystery party”. La aventura comienza una semana antes del encuentro, cuando recibes en tu e-mail una invitación a una cena misteriosa, indicándote quién eres, cuáles son tus objetivos (que no puedes contar a nadie) y qué información sabes sobre el resto de participantes.
Otro clásico consagrado lo constituyen las escape rooms. En Barcelona hay una muy conocida, llamada La Mina y, como su nombre indica, se trata de una mina recreada a la perfección, repleta de herramientas a nuestra disposición y con un único objetivo: escapar. Las pruebas son originales y la cuidada ambientación la convierte en inmersiva y realista. Evidentemente, hay otras muchas alternativas en Barcelona y alrededores, como G. Point, The Narcos o Código Rojo.
Y bueno, no podríamos dejar de señalar, debido precisamente a su originalidad, el tiro con hacha en el Barcelona Axe Throwing, que abrió hace unos meses en la Ciudad Condal, convirtiéndose en el primer local de la ciudad y en el segundo de España. La dinámica es similar a la de una bolera. Reservas tu pista y ala, a lanzar hachas. Hay unos monitores que te guían y te proponen juegos para amenizar más los lanzamientos, especialmente cuando ya te has deshecho de toda la tensión acumulada. Después de algo de entrenamiento, si te sientes capaz, puedes participar en los torneos internos y las ligas que te clasifican como participante de la, ojo al dato, Liga Mundial de Tiro con Hacha.
Complementando este tipo de entretenimientos están experiencias de realidad aumentada (o hiperrealidad virtual), bares de videojuegos, yincanas y un sinfín de alternativas.
Por último, si sois más de estar en contacto con la naturaleza, el paddle surf es un deporte muy sencillo y relajado, y Barcelona ofrece un emplazamiento perfecto para practicarlo. Para muchos, deslizarse por las aguas del Mediterráneo, que bañan la Costa del Maresme, tiene algo mágico, especialmente con la salida del sol. Hay empresas que se encargan de realizar excursiones antes del amanecer, justo detrás del Hotel W.
Y cerramos esta publicación también con algo de lo más natural: el paracaidismo. Barcelona también ofrece unas condiciones climáticas muy adecuadas para practicar este deporte de riesgo. Las opciones son interminables y, desde tan solo 200 euros, puedes disfrutar de una experiencia que jamás olvidarás, eso sí, se trata de una opción destinada solo a los amantes de la adrenalina.
Son muchos y de lo más diversos los planes que se nos han quedado en la recámara, pero qué mejor forma de conocer una ciudad que descubrir, por uno mismo, alguno de sus atractivos menos evidentes.
Comentarios cerrados