Qué es el HIFU facial
La edad, una mala alimentación, el sol, la contaminación, etc. van estropeando la piel de la cara que pierde su firmeza poco a poco. No es algo de lo que nos demos cuenta a diario, hasta que un día nos miramos al espejo y no nos gusta lo que vemos.
Se puede pasar por el quirófano, pero no todo el mundo está dispuesto a hacerlo, pues toda operación tiene sus riesgos, aunque por suerte existen alternativas como el tratamiento de HIFU para el rostro.
¿Cómo funciona este tratamiento?
Esta técnica es muy novedosa y funciona mediante la aplicación de ondas vibratorias a frecuencias que nuestro oído no escucha, en concreto con un cabezal del que salen ondas a una frecuencia de 3 MHz.
El cabezal se va girando por la zona de la cara que queremos tratar sin que el paciente sufra ninguna incomodidad, obteniendo como resultado la estimulación de la producción de colágeno, que es el encargado de dar elasticidad y firmeza a la piel.
Sin agujas, anestesia, quirófanos ni postoperatorios complicados los resultados se notan desde la primera aplicación y se ven mejor pasados unos días, llegando a percibir sus efectos óptimos tras tres o cuatro sesiones.
¿Para qué sirve?
Este tratamiento sirve, sobre todo, para mejorar la firmeza de la piel de la cara lo que además redunda en una serie de beneficios que se pueden apreciar de manera notable en el rostro.
Las arrugas disminuyen de forma visible y a la vez la piel se tensa, por lo que la papada se reduce o desaparece dependiendo de los casos, más teniendo en cuenta que los ultrasonidos tienen efectos sobre las acumulaciones de grasa que se producen debajo de la barbilla.
Una vez que el tratamiento se ha completado, el óvalo de la cara está más definido, más delgado, y lo mismo ocurre con la línea que marca la mandíbula. Además, las cejas y los párpados, que se caen con la edad, se levantan.
¿A qué pacientes se dirige?
Como toda técnica de estética el tratamiento HIFU está dirigido a un tipo de pacientes en los que funcionará mejor que en otros.
Su paciente “tipo” es una persona de más de 30 años con una flacidez de la piel del rostro moderada o leve y sin daños como los que se producen con el sol.
En el caso de que haya un descolgamiento mayor o más daños cutáneos el tratamiento también funcionará, pero lo hará peor y se necesitarán más sesiones para comenzar a ver los resultados.
Tiene contraindicaciones y no se puede aplicar a personas que tengan implantes metálicos, infecciones o lesiones abiertas. Del mismo modo si hay acné grave tampoco se podrá emplear este tratamiento y habrá que buscar otro.
¿Cuánto dura el efecto?
Para saber lo que dura el efecto lo mejor es consultarlo en una clínica estética local en la que apliquen esta técnica, aunque parece que se mantiene entre seis meses y un año, dependiendo del estado inicial.
Con el fin de que los efectos se sostengan en el tiempo, lo que recomiendan los especialistas es hacerse una sesión antes de esos seis meses, para que los beneficios se sigan notando durante un periodo mayor.
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